Madeira y su capital, Funchal, son un destino turístico cada vez más frecuentado. Para llegar hasta ese pequeño archipiélago en mitad del Atlántico, los turistas primero tienen que superar la experiencia de aterrizar en uno de los aeropuertos más peculiares del mundo, uno cuya pista es tan pequeña que parte de ella está sobre pilares.
British Airways acaba de dedicar un interesante vídeo en el que se aprecia lo que es despegar o tomar tierra desde Funchal. La pista es tan complicada que solo 20 pilotos en toda la compañía tienen la formación adecuada para volar a Madeira. Este es el vídeo:
El problema no es la pista exactamente. Aunque su aspecto parece un tanto precario, es una estructura muy sólida cuya construcción terminó en el año 2000 y que lfue merecedora del premio Outstanding Structure Award, considerado el Oscar de la ingeniería estructural. La pista tiene una longitud total de 2.780 metros de los que 980 están construidos a 70 metros sobre el mar.
Bajo los 180 pilares de hormigón hay estacionamientos, viales de acceso y diversas instalaciones entre las que se cuenta hasta un polideportivo. La pista es lo bastante ancha y larga hasta para albergar aviones de gran envergadura como el Boeing 747 o el Airbus A330.
El problema de aterrizar en Fuchal es que la isla principal de Madeira no es muy grande y, además, es bastante montañosa. A ello hay que sumar el hecho de que la pista no dispone de sistema de aterrizaje asistido (ILS) y que a veces los vientos soplan fuertes alrededor del aeropuerto. Todo ello se traduce en una de las aproximaciones a tierra más traicioneras del planeta y que a veces nos deja vídeos que ponen la piel de gallina. [British Airways vía Flight Club]
Foto de portada: T.W. van Urk / Shutterstock
fonte Gizmodo