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ZTE Blade S6, análisis: por 269 euros no pidas mucho más

os chinos nos invaden. Es una frase manida y con cierto tono chistoso, pero en el fondo, tiene mucho de cierto. Hace unos años compañías como Huawei o ZTE nos sonaban a raro, a lejano. Hoy en día, por contra, no paran de crecer en un mercado que cada vez recibe con los brazos más abiertos las propuestas de estas firmas asiáticas. ZTE quiere que esa misma actitud sea la que arrope a su nuevo Blade S6, un terminal presentado en la MWC 2015 y que ahora llega a los escaparates españoles -se estrena esta semana, de hecho. ¿Quieres saber qué te vas a encontrar antes de pasarte por la tienda?

DISEÑO Y PANTALLA

Empezamos posiblemente por el aspecto que menos me ha conquistado de este gama media. El Blade S6 no es feo (tiene líneas redondeadas, se presenta en inmaculado color blanco y su botón principal de acción se ilumina en un resultón color azul); sin embargo sus materiales de construcción no ayudan a tener la sensación de que estamos ante un smartphone que aspira a hacerle cosquillas a los tope de gama. La culpa lo tiene su chasis de plástico, siendo un tipo de carcasa simplona y que incluso suena algo hueco si le golpeas con los nudillos. De hecho, se me antoja que no es especialmente resistente, ya que al ir a introducir mi tarjeta SIM y abrir la bandeja correspondiente con el pincho, he rozado sin querer la periferia del agujero, provocando un pequeñísimo (pero existente) desollón.


ZTE ni tan siquiera ha caído en el acierto de darle algún toque (ya sea imitación de metal, aluminio cepillado, etc.) que ayude a lucir mejor un aspecto tan importante en un teléfono como su diseño y hasta el logo con las inscripciones de regulación es más feo de lo habitual -que ya es decir-, con letras bastante grandes y poco disimuladas.
No es mi intención hacer saña con el terminal. Como digo, el equipo no es un teléfono feo, pero me hubiera gustado que presentara materiales más acorde con su ficha técnica, una hoja en la que encontramos un procesador octa-core, soporte LTE o una cámara de 13 megapíxeles, entre otras lindezas.


Su agarre es bueno, gracias a unos bordes redondeadamente acentuados y una anchura que hace que tenerlo en la mano sea cómodo -hablamos de un equipo con pantalla de 5 pulgadas y una medida, de lateral a lateral, de 70,7 milímetros.
Los botones físicos -solo hay dos, situados en un lateral- tienen una pulsación bastante buena (más de lo esperado) con un recorrido suficiente para que la sensación sea positiva. Buenfeedback he recibido también de los controles táctiles frontales (con retroalimentación háptica, por cierto), cuyo dibujo se limita a una circunferencia (central) y a dos puntos, uno a cada lado.


n cuanto a la pantalla, hablamos de un panel LCD con resolución HD de rendimiento correcto. Su brillo es muy alto, los ángulos de visión óptimos y el contraste bueno. También su sensibilidad resulta alta a la demanda de los dedos, por lo que el único "pero" que le pongo es el hecho de que me hubiera gustado encontrarme con un panel de mayor resolución.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS






































ZTE BLADE S6
Tamaño 144 x 70,7 x 7,9 mm
Peso 132 gramos
Tamaño pantalla 5 pulgadas
Panel y resolución LCD 1.280 x 720 píxeles
Redes LTE – GSM/UMTS – WCDMA
SIM Doble nano-SIM
Batería 2.400 mAh
Memoria interna 16 GB
Memoria externa Sí (microSD)
Cámara trasera Sensor de 13 MP
Cámara delantera Sensor de 5 MP
Captura video 1080p
NFC No
Bluetooth v4.0
SoC Qualcomm Snapdragon 615 (octa core) a 1,4 Ghz
GPU Adreno 405
RAM 2 GB
WiFi 802.11 b/g/n

SOFTWARE Y RENDIMIENTO

El Blade S6 viene con Android en su versión 5.0 (Lollipop). Sobre él se extiende una capa personalizada llamada MiFavor 3.0, que ofrece sobre todo diferentes personalizaciones de temas y colores, pero en el que no destaca ninguna funcionalidad especialmente llamativa. Todas las apps se apilan en las pantallas contiguas a la principal (no hay un menú central al que acceder para recolectarlas todas) y entre ellas vienen preinstaladas algunas propias de la casa como TouchPal X (un teclado con texto predictivo con muchísimas opciones -demasiadas, diría-), Gestos & Movimientos (encargado de configurar determinados gestos, valga la redundancia, para la ejecución de funciones; hablaré de él más adelante) y AliveShare. Esta última solución es quizás la más curiosa, siendo una plataforma en la que te puedes conectar con otros amigos que instalen también la aplicación claro-, creando una especie de sala virtual en la que compartir archivos, jugar o chatear.

Son en este tipo de apps en las que encuentro una mayor desconexión con el público al que va dirigido. Y es que una de las opciones que tienes al usar AliveShare es invitar a un amigo a que instale dicha aplicación. Cuando tu contacto entre en la dirección indicada, el texto que se va a encontrar está (para la mayoría de mortales) en un no entendible idioma chino, algo que no ayuda a sentir que la integración del sistema está completo. Sí, sabes por qué razón has entrado en esa direción y no tienes más que darle al botón (digamos que es todo muy intuitivo), pero el detalle sigue estando ausente: el texto no ha sido traducido y eso no me gusta.

Respecto a los mencionados Gestos & Movimientos, tengo sentimientos encontrados. Por lo general, muchas veces tengo la sensación que crear tantos gestos predefinidos no hace más que ralentizar el uso del teléfono y al final provocan que el usuario sea más lento que si fuera directamente a ejecutar la acción deseada. Eso mismo pienso con lagunas de las funciones de Gestos&Movimientos (con la tecnología Smart Sense, como la ha llamado ZTE). Algunas de las acciones resultas prácticas y funcionan rápido (como agitar el teléfono para arrancar la linterna o darle la vuelta para apagar una alarma), sin embargo, otras me han parecido que entorpecen más que ayudan. Entre los movimientos, se encuentra por ejemplo el modo espejo, que arranca la cámara frontal. Para ello eso sí, tienes que tener el teléfono bloqueado en horizontal, subirlo hasta 30 centímetros delante de tu cara y pulsar el botón de subir volumen. Pues, oye, qué quieres que te diga: tardo menos en desbloquear y arrancar directamente dicha cámara que intentar un gesto que tampoco sale siempre bien.


En cuanto a su rendimiento, todo funciona con fluidez y sin trompicones. Hemos llegado a un punto en el que lo raro sería que algo en este sentido fallase, pero aún así, no está de más remarcarlo por aquí. Cabe señalarse que el Blade S6 ha sido el primero en estrenar el procesador Snapdragon 615 de Qualcomm con soporte de 64-bit, una plataforma de ocho núcleos que va a dar bastante juego en la gama media este año. Para apoyar estas sensaciones, hemos decidido incluir algunas pruebas de rendimiento típicas, que ayuden a ponerle cara:


























ZTE BLADE S6 MOTO X (2014) OPPO FIND 7
Vellamo 3.0 2.203 2.093 2.963
3DMark IS Unlimited 7.543 19.568 19.495
SunSpider 1.0.2 (ms) 1.457,3 787 751
GFXBench 3.0 1080p Manhattan Offscreen (fps) 11 11,9 28,8
CF-Bench 20.955 39.018 35.872
SunSpider: Puntuaciones más bajas son mejores. Resultados probados en Chrome.

A nivel de batería, nada nuevo bajo el sol -una vez más. El teléfono aguanta la jornada, como la mayoría de equipos de su especie, sin sobresalir ni para bien ni para mal. Consulta de correos frecuente, navegación web, uso de la cámara de fotos, apertura de aplicaciones de redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram) y reproducción de algún vídeo son las principales actividades que he ejecutado durante el día, encontrándome que al final del día requiere sí o sí de un enchufe.
CÁMARA

Los 13 megapíxeles del Blade S6 demuestran una vez más que los números no significan nada en la fotografía. Las imágenes obtenidas por el sensor carecen de detalle ya que pastelan bastante incluso en escenas perfectamente iluminadas. El color y el balance de blancos es muy bueno, pero la definición de la imagen está muy lejos de una buena cámara móvil. Algo que nos ha gustado mucho es la interfaz planteada por el fabricante, ya que se encarga de diferenciar dos modos: el simple y el experto.

En el primero podremos disparar sin preocupaciones en automático o seleccionando varios modos preestablecidos como el HDR, panorámico, belleza o sonrisa, mientras que en el lado del experto tendremos a mano bastantes parámetros muy bien colocados en la pantalla, que permiten ajustar funciones como la exposición, el modo de medición, la ISO, el balance de blancos y el nivel digital.


a distancia focal es bastante buena, ya que permite acercarnos bastante al objetivo a la hora de hacer un macro, aunque el enfoque no me ha convencido demasiado en el modo simple, ya que una vez ajustado el punto deseado, a los pocos segundos la cámara volvía a reajustar el enfoque al centro de la escena.
En resumidas cuentas podemos ver que la cámara del Blade S6 realiza un planteamiento bastante interesante que no culmina con una buena ejecución. El procesado de las imágenes no es el adecuado, ya que pierde muchos detalles no solo en escenas nocturnas, sino también en las más iluminadas. El apartado del software está muy bien estructurado con menús claros y sin complicaciones, pero la fotografía final no estará a la altura de aquellos que den importancia al apartado fotográfico de un teléfono.
CONCLUSIÓN

El Blade S6 es un teléfono gama media correcto a un precio justo para lo que ofrece. Su principal lacra va a encontrarla en un diseño que no hace justicia, como ya indicábamos, a lo que ofrece internamente. Una carcasa más trabajada y de mayor calidad hubiera ayudado a tener una sensación más positiva a la hora de tenerlo en la mano, y que no se te plantee la duda sobre si estas ante un gama baja o un gama media decente, que monta además uno de los últimos procesadores octa-core de Qualcomm.


Su rendimiento ayuda a que al menos este desencanto inicial se diluya, encontrándome con un teléfono que cumple, se desenvuelve bien y con una interfaz bonita. No será del gusto de los que odien las personalizaciones sobre Android, pero los que anden ajenos a esa batalla no se quejarán de lo que van a encontrarse visualmente. En cuanto a la cámara, queda todo dicho: aprueba, pero no con nota, de forma que los amantes de la fotografía deben tener muy en cuenta los aspectos buenos y malos que he destacado para que sepan en todo momento qué esperar y qué no de su sensor.
El ZTE Blade S6 estará a la venta desde esta semana en los distribuidores habituales (tipo Media Markt) y próximamente también en la tienda oficial online del fabricante. Su coste, libre, es de 269 euros (IVA incluido).

fonte es.engadget

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